Movilizando acciones con los grupos de Promotores de paz

En la franja más alta de la zona nororiental de Medellín se este proceso para la construcción de paz con jóvenes estudiantes.

Desde la ciudad de Medellín, uno de los componentes del programa Matices de paz incorpora en sus acciones la formación de Promotores de paz, un espacio de formación con jóvenes de las Instituciones Educativas Bello Oriente en este mismo barrio y, en Gente Unida en La Honda, sectores situados en la Comuna 3 – Manrique.

En articulación con directivos de las instituciones educativas, dicho espacio incorpora acciones para el acompañamiento psicosocial con estudiantes para la instalación de una cultura de paz a través de sus pequeñas o grandes iniciativas.

Frente al tema María Camila Pérez, joven estudiante de Bello Oriente, resalta que ha participado en el proyecto durante un tiempo pero que su deseo es seguir aprendiendo cosas nuevas, complementa que su anhelo es, “salir como una persona construida de aquí, cada día es para aprender cosas mejores, evitando todo tipo de conflictos y ayudando con aquellos problemas que perturban a las personas”.

Una de las iniciativas movilizadas durante el 2024 en este sector, contempló la realización de un mural en la entrada del colegio con el mensaje “juntxs podemos construir un mundo donde la diversidad sea celebrada, la igualdad sea una realidad y la libertad de expresión un derecho universal”.

Desde la implementación del programa, se tiene la certeza de que, si bien los aportes de las y los estudiantes son importantes, es necesario movilizar acciones con los diferentes sectores del plantel educativo con el fin de potenciar la acción conjunta. De allí que en las acciones particulares incorporen en su agenda una escuela de padres y, encuentros docentes para el trabajo articulado con otros grupos sociales que se relacionan con las juventudes participantes.

En el mismo caso de Bello Oriente se ha contado con la articulación con el programa Escuela Entorno Protector de la Secretaría de Salud. Jader Flórez, el profesional de apoyo, explica que, “aunque son contextos diferentes, el familiar, el académico, el barrial o social, yo creo que todo está interconectado. Es decir, si un chico acá en este espacio de Matices de paz le permite ver que existe otra posibilidad de vínculo u otra forma de estar en el colegio, eso también va a generar efectos en su familia y también en lo social”.

En sintonía con el programa, él explica que su deseo es que Matices de paz se convierta en parte de la agenda institucional y que las juventudes participantes se empoderen del proceso, se movilicen frente a su accionar y motiven a más personas a actuar de manera articulada en la instalación de una cultura de paz al interior de las instituciones educativas participantes.